Pasión y Resurrección de Cristo

Beata Ana Catalina Emmerick

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RESEÑA

Mel Gibson se inspiró en la obra que tiene usted ahora ante sí para numerosos elementos de su película de 2004 La Pasión de Cristo. Multitud de detalles simbólicos con los que el cineasta enriqueció visualmente el puro relato evangélico surgen en las visiones de Ana Catalina Emmerich. También el barroquismo de la puesta en escena procede de esta narración, escrita en pleno romanticismo literario. Y, sobre todo, la crudeza con la que Gibson sorprendió a los espectadores la había él visto, escuchado, olido, palpado y gustado, con sus sentidos de artista en alerta, en las páginas de la célebre religiosa alemana.

¿Quién fue Ana Catalina Emmerich (1774-1824) Humilde granjera, después costurera y sirvienta, fue una religiosa alemana que ingresó a los 28 años en el convento agustino de Agnetemberg (Dülmen), en Westfalia. Al poco aparecieron en su cuerpo cinco llagas como las de Jesucristo, lo que dio lugar a una dura investigación por parte de las autoridades civiles, temerosas del despertar religioso del pueblo por medio de la admiración que ya se propagaba hacia aquella humilde monja. Llegó a ser encarcelada y sometida a vigilancia día y noche con objeto de averiguar cómo nacían esas heridas. No pudo determinarse. Precisamente el empecinamiento racionalista en encontrar un fraude o una causa médica sirvió para confirmar su inexplicable origen y, a la postre, su sobrenaturalidad.